sábado, 22 de abril de 2017

Prueba de esfuerzo

El jueves realicé una prueba de esfuerzo en Efisaude. Hacía años que tenía ganas de hacer una para comprobar que todo está bien y que puedo hacer deporte sin ningún tipo de limitación.

Para correr la travesera se necesita aportar un certificado médico conforme no se tiene ningún problema para correr carreras de larga distancia, y aunque no exigen que también se realice una prueba de esfuerzo sí que lo recomiendan, ya tenía la excusa perfecta.

En Coruña hay varias clínicas deportivas que ofrecen este tipo de servicios, en mi caso me decanté por esta porque fue la que me recomendó Óscar, mi entrenador.

Para obtener cita a una hora razonable (después del trabajo) hay que esperar bastantes semanas, así que más vale empezar todo el proceso con tiempo, en mi caso creo que tuve que esperar 3 semanas para hacer la prueba. La idea es ir descansado como para una competición porque en la prueba de esfuerzo se va a darlo todo. Sin embargo la consulta médica incluye otras pruebas además de la prueba de esfuerzo. Primero se revisa el historial clínico del paciente y su familia, sus hábitos alimenticios y de entrenamiento...etc. Luego viene una exploración física, donde también se hace un estudio de la pisada muy básico. Después una ecografía y por último la prueba de esfuerzo donde nos conectan electrodos en el pecho para medir la frecuencia cardíaca y una máscara para medir todos los gases. También realizan mediciones de la tensión a intervalos frecuentes durante la prueba, lo que molesta un poco a la hora de correr porque dejas de poder mover un brazo.

La gente de la clínica se portó genial conmigo y hasta me grabaron un vídeo en la parte inicial de la prueba. Ha sido una gran experiencia y sin duda es algo que recomiendo hacer a todo el mundo que se ponga a entrenar de forma más o menos seria para evitar disgustos por intentar esforzarse demasiado.


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