martes, 9 de mayo de 2017

Teide - Ruta 040

No recuerdo exactamente cómo ocurrió pero fue hace ya bastante tiempo cuando descubrí la ruta 040, una línea para subir al Teide desde el nivel del mar. El Teide es con sus 3718 metros la montaña más alta de España, se trata por tanto de una cumbre a la que hay que peregrinar tarde o temprano.

Aprovechando la preparación para Travesera, se me ocurrió meter esta actividad alrededor de un mes antes de la carrera. La ruta son unos 54km ida y vuelta con 4.000 metros de desnivel positivo y otro tanto negativo, ya que la ruta es circular. Laura estaba encantada con la idea de ir unos días a Tenerife porque ella es tanoréxica y no concibe un viaje sin playa. Lo más difícil fue cuadrar nuestros calendarios, el mío por carreras en las que ya estaba inscrito entre mayo y junio y también porque no quería que estuviese demasiado próximo a la cita de Picos, para tener el tiempo suficiente de descansar y recuperarme al máximo para la ultra. Al final decidimos marchar el 3 de mayo y volver el día 8, no es una semana completa pero es suficiente tiempo para que se me presentasen buenas condiciones para poder subir arriba con seguridad. Mi idea era realizarlo en solitario por lo que cuanto mejor tiempo y menos complicaciones pudieran plantearse mejor.

En un principio las fechas no me apasionaban porque el día 23 de abril había corrido la Camovi, la maratón de montaña de Viveiro, y una semana después, el 30 de abril tenía el trail del Xalo, una carrera que me encanta y a la que acudo año tras año. La del Xalo suele ser una de esas carreras en las que lo doy todo y me sirven para medir mis progresos con respecto a otros años, pero esta vez no iba a poder ser así ya que una semana después de correr una maratón, por muy tranquilo que se vaya, no se está a tope para competir (al menos a mi nivel). Lo importante era correrla para disfrutar y sin calentarme demasiado porque no quería comprometer el viaje de Tenerife 3 días después.

La misma semana del viaje todavía dudaba de mi estrategia con la ruta, había básicamente los siguientes opciones:

  • Completar la ruta ida y vuelta (~54km y 8000m desnivel acumulado)
  • Completar la ruta solo ida (~27km y 4000m positivos)
  • Completar la ruta ida y la vuelta solo de forma parcial recogiéndome laura en algún punto intermedio para hacer entre 30 y 40km de distancia

Todas las opciones eran buenas ya que a mí lo que realmente me interesaba era el desnivel positivo, el tema de volver al punto de partida era algo secundario y que además me daba algo de miedo por terminar con molestias o alguna lesión que me perjudicase el último mes de preparación para Travesera, esta duda se mantendría hasta los últimos días, finalmente por simplicidad realizaría la ruta completa para no tener que andar moviendo el coche.

El vuelo para Tenerife salía de Santiago a las 6:30 de la mañana, como Laura quiso facturar una maleta teníamos que llegar al aeropuerto alrededor de las 5 de la mañana, lo cual suponía salir de Coruña a las 4 y levantarse a las 3. Esa noche no pegué ojo, dormiría un par de horas de mala calidad de sueño y luego en el avión otro par de horas. No suelo dormir en el avión pero esto demuestra la falta de sueño que tenía. Ya en Tenerife tenemos que esperar a que nos den la habitación del hotel así que me voy a hacer la compra y después de comer intento echarme una siesta. Dado que las condiciones eran buenas iba a intentar lo del Teide esa misma noche, aunque no iba a llegar muy descansado quería ir cuanto antes para quitármelo de encima y aprovechar el resto de días en Tenerife para descansar y recuperar a tope.

Foto del objetivo desde el avión

Lo de empezar de noche en lugar de por la mañana era por varios motivos:

  1. Por la noche la temperatura refresca, esto es importante ya que no es lo mismo hacerse la ruta con 25º que con 15º. Además no hay fuentes por el camino, lo cual complica mucho la logística si se hace de día, teniendo que dejar agua por el camino para avituallar.
  2. Para subir los últimos 200 metros del Teide es necesario obtener un permiso. Por supuesto yo no lo tenía porque hay que solicitarlo con mucho tiempo de antelación y además es para un rango horario concreto, lo cual está muy bien si subes en teleférico, pero si subes a pie calcular la hora de llegada es algo más complicado. Si no tienes permiso las opciones que te quedan es pasar por ese punto de control antes de las 9 de la mañana o después de no sé qué hora por la tarde, que es cuando supuestamente se pone alguien en el torno.
  3. La Travesera sale a las 2 de la mañana así que me pareció interesante hacer un entreno nocturno, y qué mejor que uno como este donde iría casi igual de cargado que en el ultra.


Otra de las cosas que daban vueltas en mi cabeza era sobre la hora de salida, tenía que salir lo suficientemente tarde para no llegar arriba antes de las 7:30 de la mañana, que es cuando estaba programado el amanecer. Pero tampoco podía llegar más tarde de las 9 de la mañana porque entonces podrían prohibirme subir la última parte por carecer de permiso. Sería ridículo que después de hacer 27km me quedase sin los últimos 500m por un papel pero estas cosas son así. La idea era ir ritmo ultra, así que no tenía nada claro cuánto me llevaría alcanzar la cumbre. Finalmente, me decido a salir entre las 12 y la 1 esa noche.

Material para la "prueba"

Después de cenar un buen plato de pasta me pongo a preparar las cosas, la verdad es que iba a ser una buena prueba para travesera, porque prácticamente llevo todo el material obligatorio excepto crampones y alguna cosilla más. Dejo el hotel alrededor de las 23:30, más tarde de lo previsto, y me voy con el coche hasta la playa del Socorro. Iba con muchísimas ganas pero conducir a esa hora de la noche hace que me entre algo de sueño, antes de salir me tomé dos tés porque el café no puedo probarlo antes de las competiciones pero parece que no es suficiente cafeína.

En la playa del Socorro me encuentro bastantes más coches de los que esperaba, es una zona un poco apartada y parece que la gente va a hacer botellón y a tomar otras cosas. No me hace mucha gracia que me vean salir con estas pintas por si se les ocurre entrar en el coche (donde dejo la cartera entre otras cosas), por eso al final paso de hacer el numerito de tocar el agua del mar antes de salir para evitar llamar demasiado la atención y a la 1 de la mañana le doy al play del Garmin.

Selfie antes de salir


El comienzo de la ruta consiste en deshacer el camino de bajada del coche hasta la nacional, menuda subidita. Luego en la carretera hay que volver unos metros hacia atrás hasta coger un desvío a mano izquierda que se mete por unas fincas y que sigue cogiendo altura. Toda esta primera parte transcurre por zonas urbanas, enlazando pueblos y sin dejar de ganar altura de forma muy rápida. A partir de los primeros 5km dejamos de ver tantas casas y pistas asfaltadas para encontrarnos pistas de tierra. Al principio se me pasó bastante rápido el tiempo, cuando llevaba 2 horas y unos 10 km tuve que parar a ponerme la camiseta térmica, había salido con pantalón y camiseta corta porque hacía bastante calor a nivel del mar, pero aquí a unos 1000m y con la brisa que soplaba ya se me congelaban las manos, calculo que estaríamos por de bajo de los 10º. Más o menos iba tomando una barrita cada hora que pasaba, e iba encontrándome muy bien, la verdad es que no iba corriendo pero caminaba con paso ligero y estaba manteniendo los tiempos previstos.

La zona más frondosa fue la más dura para mí ya que había muchos más senderos y cruces que en el resto de la ruta, obligándome a revisar el track continuamente para evitar hacer kilómetros de más, y aún así me perdí varias veces, lo cual no me hacía nada de gracia ya que sabía que a la vuelta pagaría caro esos kilómetros adicionales. Una vez llegado a la entrada del Parque Nacional del Teide los senderos vuelven a estar bien marcados y los dudas se reducen. Hay algo que me sorprendió muchísimo durante todo el tiempo y es que la ruta no está marcada de ninguna forma, había leido alguna noticia de que habían destinado una partida para mejorar la señalización pero imagino que las obras todavía están por llegar.

Empieza a clarear el día cuando me encuentro en la base del Teide, y me amanece llegando al refugio de Altavista. Allí aprovecho para ponerme las mallas largas y saco el gore. Es la segunda vez que cambio ropa en toda la actividad, aunque por momento llevaba las piernas frescas fui bastante cómodo con los pantalones cortos. Tenía algo de miedo por no llegar a tiempo al punto donde piden el permiso de paso a cumbre así que intento no perder mucho tiempo en el refu y continúo hacia arriba. Esta parte del Teide es mucho más técnica que el resto de la ruta, aunque no tiene ningún problema de acceso si que puedes hacer uso de las manos en algún momento para pasar por algún sitio entre piedras, aunque no es necesario trepar. Cuando llego al punto de la estación superior del teleférico compruebo con alivio que no hay nadie allí así que sin mirar mucho me cuelo por allí y tiro para arriba, me cruzo bastante gente que ya bajaba de cumbre desde esta última parte del refugio, sin embargo no había visto a nadie en el resto de la ruta. Creo que todos los que estaban allí habían dormido arriba esa noche.

Foto recién llegado al refu


Según vamos acercándonos a la cima el viento va aumentando, incluso me obliga a parar en algunos momentos de la fuerza que tiene. Yo voy solo y no tengo ganas de despeñarme por culpa de una ráfaga de viento, así que voy poco a poco buscando las piedras utilizándolas de parapeto para ayudarme a avanzar. Casi sin darme cuenta llego al punto más alto, en el que no se aguantaba, y rápidamente retrocedo unos metros hasta una zona propia de vivaqueo que estaba perfectamente protegida donde me detengo un rato a descansar, contestar mensajes y sacar fotos. Al final he tardado algo más de 7:30 en cubrir la distancia entre la playa del Socorro y el Teide, 29km y 3900m+. Me parece bastante y aunque no me vengo abajo sé que la vuelta va a ser dura después de estar toda la noche de "fiesta".

Vistas desde la cumbre

De vuelta en el refu como media tableta de chocolate que llevaba y empiezo a adelantar gente por el sendero que baja, me siento mejor de lo esperado. A medio camino de la bajada tengo que parar a quitar ropa, me visto de corto de nuevo y cargo las mallas, térmica, guantes y gore en la mochila chaleco. Voy avanzando bastante rápido, la zona del parque del teide es muy desértica con caminos arenosos que se hacen cómodos de bajada así que veo como van pasando los kilómetros por debajo de 6 min el kilómetro. Eso me da muchos ánimos e intento prolongar lo máximo estas buenas sensaciones. Prácticamente saliendo del parque veo como empieza a meterse una nube que me da sombra e incluso cae alguna gota que sirve para refrescarme, pero estas gotas esporádicas dan paso a chaparrones de los buenos que me calan hasta los huesos. La verdad es que no me importa mojarme, voy contento bajo la lluvia pensando que así pasaré menos calor en la bajada, en ningún momento imaginé lo que se me venía encima.

Mirada atrás antes de que la nube se tragase el volcán


Debido a la lluvia caída, los últimos 10 kilómetros de la ruta se habían convertido en una trampa mortal. No se parecen en nada a cómo los había dejado yo unas horas antes. Los senderos de roca pulida, no sé si coladas de lava de otro tiempo, eran puras pistas de patinaje. Era imposible avanzar de forma rápida y segura por esos caminos. Y cuando llevas 50 kilómetros encima no te apetece nada andar jugando a caerte en el medio de la nada. Esto hace que baje mucho el ritmo y empiezo a dudar de si llegaré a tiempo para comer el chuletón con Laura en los cristianos. Cuando pasa la zona de senderos de piedra lavada, yo pensé que ya estaba hecho, pero resultaba que las pistas de tierra también estaban impracticables, se habían transformado en un barro duro en el que las zapatillas no agarraban nada y que provocó que incluso me cayera dos veces, poniéndome bonito de barro de los pies a la cabeza. Al menos no me había hecho daño, había sido un daño más en el orgullo que otra cosa. Tantas horas corriendo por el monte sin ningún imprevisto y me va a quedar mal sabor de boca por culpa del final. Lo cierto es que llegué muy mosqueado al coche, pero ahora mismo, días después de haber terminado tampoco parecía tanto infierno, ahh, nuestra querida memoria selectiva hace bien su trabajo.

Dándonos un caprichito

Al final salieron casi 12 horas para 58.60km y 8.000m de desnivel acumulado, de las cuales 10 horas 40 minutos fueron en movimiento. Mucho de ese tiempo perdido fue mirando el track, la próxima vez lo meto en el reloj además de en el móvil. Sin duda este tiempo es muy mejorable conociendo la ruta y yendo un poco rápido, pero yo estoy contento con él porque mi idea era hacer un entreno de calidad para Travesera y sin duda en una carrera, en un entorno controlado, lo hubiera rebajado bastante.

https://www.strava.com/activities/970610455

Ahora ya solo queda recuperarse para otra, y qué mejor que tirarse en la tumbona para cargar las pilas a tope!

Pensando en la siguiente





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